La bicicleta es una de las alternativas de movilidad sostenible que hoy en día podemos disfrutar.
La historia de la bicicleta se remonta al Antiguo Egipto, época en la que se combinaron ruedas con barras para crear algo muy parecido a lo que hoy conocemos como la bicicleta.
La bicicleta fue el resultado de una serie de intentos fallidos para inventar un vehículo innovador y que dio como resultado, este maravilloso medio de transporte. Apareció a mediados del siglo XIX.
A partir de ese momento, la bicicleta se extendió rápidamente por el mundo industrializado, y eso a pesar de que el precio de los primeros modelos podía llegar a suponer el salario de tres meses de un trabajador medio.
Algunas de las razones de salud, sociales, medio ambientales e incluso económicas que hacen de la bicicleta una actividad muy beneficiosa:
- Con una hora de bicicleta a un ritmo no demasiado exigente se queman cerca de 500 calorías.
- Montar en bici tonifica los músculos de las piernas, como los cuádriceps o los isquiotibiales.
- Fortalece la zona lumbar.
- Favorece el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico.
- La actividad cardiovascular aumenta la segregación de endorfinas, la hormona de la felicidad.
- Ahorramos con respecto a otros medios de transporte, ya que no gastamos combustible.
- Menos emisiones contaminantes, mejora del medio ambiente, con todos los beneficios que ello conlleva.
El Día Mundial de la Bicicleta, se celebra el 3 de junio de cada año, gracias a un decreto de la ONU, proclamado en el año 2018. El objetivo esencial de esta fecha es darle más protagonismo a un medio de transporte como es la bicicleta.