El chocolate y su leyenda
Quetzalcóatl le dio a los toltecas los granos de cacao, para que su pueblo estuviera bien alimentado y de esa manera pudieran ser personas estudiosas, sabias, artistas y artesanas.
Quetzalcóatl robó el árbol del cacao del paraíso donde vivían los dioses y plantó el pequeño arbusto en Tula. Luego de que lo plantara, le pidió a Tláloc que enviara lluvia a la tierra para que la planta se pudiera alimentar y crecer.
Luego fue ya visitar a Xochiquetzal, diosa del amor y la belleza, y le pidió que le diera al árbol flores hermosas. Con el tiempo la planta floreció y dio frutos de cacao.
Esta es la leyenda que se cuenta sobre el origen del cacao en México.
El chocolate es uno de esos alimentos que gustan a todo el mundo, pequeños y adultos. Desde que llegó a nuestras cocinas, lo hemos utilizado como ingrediente básico de multitud de platos e, incluso, como protagonista en algunas comidas.
En 2017 la experta en Epidemiología Elizabeth Mostofsky publicaba en el prestigioso medio British Medical Journal realizó un estudio demostró que un gran beneficio de este ingrediente: la ingesta moderada de chocolate negro reduce potencialmente el riesgo de sufrir arritmias. Esta afirmación fue apoyada por otra investigación científica de la Harvard Gazette de Dinamarca, que aseguraba que el consumo moderado de chocolate con alto contenido en cacao y bajo en azúcar es bueno para la salud.
Además, varios estudios han dado solidez a la teoría que afirma que el chocolate, en su versión más pura, ayuda a proteger la piel de los nocivos rayos del sol, estimula la función cerebral e incluso ayuda a reducir el colesterol malo. Toda una serie de beneficios que mejorarán tu salud de forma significativa.
Los aztecas designaron a los amargos granos de cacao que recolectaban, como moneda de cambio, y en la actualidad algunos lo consideran afrodisíaco, ya que eleva los niveles de endorfinas y de serotonina, las hormonas del placer y la felicidad.