Autor: Dr. Jorge Gaspar Hernández
El invierno ya está cerca. En México, es una época especial por los festejos que se extienden durante casi un mes: nuestro coloquial Guadalupe-Reyes, que a medio camino incluye las celebraciones navideñas y el Año Nuevo. Este último, además de festejo, también suele ser motivo de reflexión y derivado de esto, de planes, propósitos y promesas.
Qué más quisiéramos que esta temporada vuelva a ser de felicidad para todo el personal en compañía de nuestras familias.
Precisamente como reflexión, recordemos a quienes han perdido un ser querido por COVID-19. De triste memoria, esta pandemia sin duda no la olvidaremos nunca. De igual manera, no olvidemos que en este invierno estaremos expuestos a la influenza, y muy probable también, a una “segunda ola” del COVID. Para protegernos contra ésta no tenemos aún la vacuna, pero sí la hay contra la influenza.
Los síntomas de la influenza y COVID-19 son, en lo general, muy similares. Aunque la facilidad de contagio por COVID es mayor que la influenza, esta última suele ser de mayor gravedad clínica.
Durante más de 50 años, la vacuna contra influenza se ha aplicado con seguridad a cientos de millones de personas en el mundo, generando el desarrollo de anticuerpos que protegen contra esta infección. Por ello, es muy importante que hagamos -desde ahora- el propósito de vacunarnos contra la influenza, porque es la mejor manera de reducir las posibilidades de contraer esta grave enfermedad y de contagiarla a otros.
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