La mayoría de los niños han sido aislados durante la pandemia de COVID-19, en casa. Si los niños cambian sus interacciones comunes, en la guardería, la escuela y otras actividades, es probable que la transmisión de enfermedades infecciosas disminuya.
Los investigadores analizaron datos de una gran red de atención primaria pediátrica en Massachusetts para determinar la incidencia de 12 enfermedades infecciosas que comúnmente provocan visitas a los pediatras.
Se comparó la incidencia semanal entre niños de 0 a 17 años durante los mismos períodos en 2019 y 2020, correspondientes a períodos antes y después del distanciamiento social, el cierre de escuelas y negocios no esenciales.
Como era de esperar, las tasas de diagnóstico por cada 100.000 pacientes fueron significativamente más bajas después del distanciamiento social.
En particular, los casos de influenza habían tenido una tendencia más alta en 2020 que en 2019, pero desaparecieron abruptamente después del distanciamiento social. Las infecciones urinarias disminuyeron después del distanciamiento social, pero solo ligeramente.
Los seres humanos somos seres sociales, por lo que a medida que las escuelas vuelvan a abrir, dependiendo de las tasas de casos de COVID-19 en las comunidades locales, las infecciones se transmitirán entre los niños.
Sin embargo, debemos recordar el impacto positivo de los comportamientos aprendidos durante la pandemia, como el poder de la higiene de manos y permanecer en casa ante el primer signo de infección, y la importancia de las vacunas para reducir la propagación de la infección entre los niños.
Aunque no es sorprendente que la transmisión de enfermedades infecciosas disminuya, estos datos demuestran hasta qué punto la transmisión de infecciones pediátricas comunes puede alterarse cuando se elimina el contacto cercano con otros niños.
El distanciamiento social repentino y generalizado durante la pandemia de COVID-19 ha permitido una apreciación más explícita de la magnitud de estos riesgos en los niños y puede informar estrategias para la mitigación del riesgo de enfermedades infecciosas.