Los bebés nacen con un gran potencial, y está en las manos de los padres aprovechar la oportunidad en el proceso de maduración del bebé, para que este potencial se desarrolle al máximo de la forma más adecuada y divertida.
La estimulación temprana es de gran importancia desde diferentes ópticas, en lo biológico, esta práctica implica la intervención en momentos en que el sistema nervioso del bebé está en proceso de organización. Asimismo, en el área cognitiva promovemos actividades lúdicas compartidas que permiten al niño lograr el óptimo desarrollo de su inteligencia.
Consiste en desarrollar un programa de actividades en las que tu bebé ejercite su:
- Motor grueso: cuerpo, piernas y brazos.
- Motor fino: manos y dedos.
- Lenguaje: capacidad de comunicarse y hablar.
- Capacidad socio-afectiva: relacionarse con los demás y expresar sentimientos y emociones.
Las actividades deben de realizarse de manera constante e incorporarse a sus rutinas de juego; para que funcione de manera adecuada.
Trabajar el potencial de tu pequeño a través de una correcta atención desde sus primeros meses de vida, le ayudará a:
Desarrollar la coordinación motora, empezando por el fortalecimiento de los miembros del cuerpo y continuando con la madurez del tono muscular; favoreciendo la movilidad y flexibilidad de los músculos.- Desarrollar una mejor capacidad respiratoria, digestiva y circulatoria del cuerpo.
- Fortalecer los cinco sentidos y la percepción.
- Mejorar las funciones mentales superiores como son la memoria, la imaginación, la atención así como también el desarrollo del lenguaje.
- A nivel adaptativo, aumenta la confianza, seguridad y autonomía.
- Emocionalmente permite incrementar la relación afectiva y positiva entre los padres e hijos.
Es importante saber que en ningún momento se debe forzarlos a ejercitarse cuando no lo desean.
