Un juzgado en Zaragoza ha condenado a dos odontólogas por una estrepitosa cadena de fallos que dañaron gravemente la boca de una paciente.
Las dentistas ahora condenadas le extrajeron dos colmillos y, posteriormente, le colocaron cinco implantes, pero ninguno de ellos en el lugar correcto. Las cinco perforaciones fueron inadecuadas, como se comprobó después, cuando la paciente sufrió fuertes dolores y graves afecciones en la boca. Ninguno de esos implantes fue colocado correctamente en la tabla ósea de la boca e la paciente.
De momento, la sentencia que se ha dictado impone a cada una de las dentistas una multa de 1.800 euros y se les ha inhabilitado durante seis meses, en los que no podrán ejercer como dentistas. Además, han sido condenadas a indemnizar a la afectada con 2.800 euros. Además de la condena a las dos dentistas, la sentencia también declara responsable civil subsidiaria a la clínica dental para la que trabajaban en aquel momento esas dos profesionales.
En la sentencia se subraya que esas dos odontólogas incumplieron «las normas más elementales que regulan la correcta praxis médica». Afirma que la errónea colocación de esos cinco implantes podía haberse evitado con un adecuado análisis previo de la boca de la paciente, que llevaba mucho tiempo sin varias de las piezas dentales, por lo que era altamente probable que hubiera sufrido una pérdida de hueso que condicionaría la correcta colocación de los implantes. Pero, al no realizarle las pruebas diagnósticas adecuadas, no se pudo conocer con precisión esos condicionantes y aquello derivó en la mala colocación de los cinco implantes.