Con la llegada de los cambios de temperatura en las estaciones de otoño a invierno se eleva el riesgo de contagio de la gripe, sobre todo en aquellas personas más vulnerables, como los niños menores de 5 años, las personas mayores de 60 o los pacientes inmunodeprimidos. Aunque la vacunación es la mejor forma de prevenir, conviene llevar a cabo algunas recomendaciones.
1. Mantener una buena higiene.
2. Utilizar pañuelos desechables.
3. Ventilar a menudo las habitaciones..
4. Alimentarse bien.
5. Evitar los cambios bruscos de temperatura.
6. Evitar el consumo de tabaco y alcohol, además de ser perjudiciales para la salud, estas sustancias debilitan el sistema inmunológico y bajan las defensas, por lo que el organismo es más vulnerable ante enfermedades como la gripe si se ingiere alcohol o tabaco.