La violencia hacia la pareja se refiere a un patrón repetitivo de abuso (en relaciones de matrimonio, concubinato, noviazgo o extramaritales) o expareja (divorcio o separación), que se caracteriza por una serie de conductas coercitivas esencialmente hacia las mujeres, que incluyen maltrato psicológico, físico, sexual, económico o patrimonial. Por lo general, este tipo de violencia se observa desde el inicio de la relación de pareja (incluyendo el noviazgo) y se puede presentar tanto entre parejas heterosexuales como en parejas homosexuales.
Se ha reportado que una de cada tres mujeres sufre una o más variedades de violencia por parte de su pareja actual y que las víctimas frecuentemente refieren haber sido testigos de este tipo de violencia (entre sus padres, su madre o padre) durante la infancia.
La violencia hacia la pareja puede ser de varias clases:
• Física: Cuando se provoca un daño o intento de daño, permanente o temporal, en cualquier parte del cuerpo de la mujer a través de golpes, bofetadas, empujones, sujeciones, puñetazos, patadas, etc., pudiendo inclusive provocar la muerte.
• Patrimonial: Controlar la propiedad y el uso de los bienes muebles e inmuebles de la mujer (casas, terrenos, etc.) que forman
parte del patrimonio de la pareja, así como quitarle sus bienes.
• Psicológica o emocional: Su identificación es difícil por la “ausencia de evidencias”, incluye manifestaciones hacia la mujer
como gritos, insultos, humillaciones, intimidaciones, críticas constantes, celos, posesividad y control exagerado, amenazas de daño o abandono o llevar a cabo acciones destructivas. En ocasiones se aísla a la mujer de su familia de origen y de sus amistades y se restringe su acceso a la información, educación, trabajo, etc.
• Sexual: Obligar a la mujer a cualquier tipo de práctica sexual no deseada o degradación sexual o que le provoque un daño. Muchas mujeres creen erróneamente
que por vivir con su pareja o por estar casadas tienen “la obligación” de realizar prácticas sexuales no deseadas en contra
de su voluntad (pueden ser forzadas, amenazadas e incluso violadas).
• Económica: Agresiones hacia la mujer para controlar el dinero que ingresa al hogar y la forma en que se gasta. Se manifiesta en amenazas de no darle dinero,
darle poco o incluso quitárselo, reclamos de dinero, incumplimiento para dar el gasto.