Autor: L.A. José Luis Hernández Tlapala
En mi búsqueda cotidiana de noticias sobre el instituto y la cardiología encontré una nota relativa al reconocimiento otorgado a un médico guatemalteco por parte de su gobierno. Al revisar la información, con sorpresa descubrí que dicho reconocimiento fue para un médico que forma parte de la plantilla del INC. Sin más, me puse en contacto para acordar una cita y conversar con él. Al llegar a su oficina pude percibir en el cálido apretón de manos y en el brillo de sus ojos, además del médico a quien ya conocía de vista, a un gran ser humano.
Si la cirugía cardíaca en general merece el reconocimiento público, la que se realiza en beneficio de los pacientes pediátricos es digna de elogio mayúsculo, ya que representa la oportunidad de contribuir al desarrollo de una vida en ciernes. Tal es el caso de nuestro personaje: el doctor Samuel Ramírez Marroquín, nacido en la Ciudad de Guatemala el 26 de agosto de 1950.
En 1969 inicia sus estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos, en donde se gradúa de médico y cirujano en abril de 1975. Ese mismo año ingresa al Hospital San Juan de Dios, de la Ciudad de Guatemala, para llevar a cabo la residencia en Cirugía General. Ahí fue nombrado jefe de Residentes en el último año de sus estudios. Al concluir su entrenamiento en Cirugía General recibe el nombramiento de director del Hospital Regional del Ministerio de Salud en San Benito, Petén.
Posteriormente, realiza su entrenamiento en Cirugía Pediátrica en el mismo Hospital San Juan de Dios. Como complemento de dicha residencia consigue una estancia como médico visitante en el Texas Children´s Hospital bajo la asesoría de los reconocidos profesores Franklin J. Harberg y William Pokorny.
Su primer contacto con el INC fue durante un viaje que hizo de Estados Unidos a Guatemala, en el que decidió visitar el instituto y tuvo la oportunidad de hablar con el doctor Fernando Quijano Pitman, jefe de Cirugía en aquel entonces, “casualmente, en esta oficina en que ahora nos encontramos”, comenta el doctor Ramírez. En esa entrevista, el doctor Quijano le dijo: “mira, por mí ya te quedas” y le indicó que debía hablar con el doctor Chávez Rivera, quien era el Director de Enseñanza. Tras la entrevista con el doctor Chávez presentó la documentación que le fue requerida y regresó a Houston para terminar su residencia.
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