Con el objetivo de evitar el rezago educativo en los pacientes hospitalizados, desde hace más de 11 años surgió el programa Sigamos aprendiendo… en el hospital , bajo la filosofía “un día más de hospital no tiene que ser un día menos de escuela”, explica la doctora Ana Carolina Hill de Titto, jefa del Departamento de Educación de Pre y Posgrado y encargada de este programa.
Aunque la Institución ya desarrollaba esta actividad de manera voluntaria y lúdica, dicha iniciativa a cargo de las secretarías de Salud y Educación Pública se formalizó en las áreas de Oncología y Nefrología del HIMFG, bajo la premisa de que “los niños tienen tanto derecho a la educación como a la salud”.
Sigamos aprendiendo…en el hospital cuenta con dos modalidades de atención: la primera dirigida a los niños que están inscritos en la escuela del Hospital y otra para los pacientes eventuales que toman clases cuando vienen a consulta.
La escuela hospitalaria es principalmente para los niños con alguna patología crónica que pasan periodos largos en hospitalización. Al cierre del ciclo 2016-2017 se tenían inscritos poco más de 70 alumnos, también se brindaron más de 300 apoyos de vinculación para niños que no están inscritos en la escuela del HIMFG y sólo toman clases cuando vienen a sus citas médicas.
La Secretaría de Educación Pública cuenta con un sistema electrónico en el que se informa a la escuela si los alumnos están tomando algunas clases desde el Hospital. El HIMFG cuenta con tres aulas en oncología y una en nefrología, además de un aula digital que son atendidas por profesores quienes están capacitados para atender la formación básica, desde primero de kínder hasta tercero de secundaria.
En la modalidad de la escuela hospitalaria no se tienen horarios establecidos sino que dependiendo de la condición del paciente, éste puede desplazarse a las aulas con ayuda del personal o en caso contrario el profesor acude a la habitación del paciente para dejarle ejercicios.
La doctora Ana Carolina Hill destaca que una de las ventajas de la escuela hospitalaria es que además de evitar el rezago educativo, indirectamente sirve como terapia ocupacional para evitar situaciones de depresión y ansiedad, y que los niños “se sientan integrados a un grupo de semejantes”.
Puedes leer este artículo en la Edición de Aniversario del Hospital Infantil de México Federico Gómez.
