La Salud se define como es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por ello una parte importante del desarrollo personal son las emociones, la salud emocional busca el bienestar psicológico general, incluye la manera de sentirse hacia uno mismo, la calidad de las relaciones y la capacidad para manejar los sentimientos y hacer frente a las dificultades.
Ser emocionalmente saludable es mucho más que estar libre de la depresión, ansiedad u otros problemas psicológicos.
Así como cuidamos de nuestra salud física, existen algunas pautas para tener una buena salud emocional:
- Descansa lo suficiente, la mayoría de las personas necesitan de siete a ocho horas de sueño cada noche para poder funcionar de manera óptima.
- Cuida tu alimentación ya que esta afecta tu energía y estado de ánimo. El desarrollo de buenos hábitos alimenticios es una medida aconsejable para la prevención del estrés.
- Haz ejercicio, este es un poderoso antídoto contra el estrés y la ansiedad porque liberamos endorfinas (sustancias químicas que nos dan energía y elevan nuestro estado de ánimo).
Estar emocionalmente sano no significa no pasar por malos momentos o experimentar problemas emocionales, sino tener la capacidad para recuperarse de la adversidad, el trauma y el estrés. Esta capacidad se denomina resilencia.
Es importante prestar atención a tus propias necesidades y sentimientos, no dejes que el estrés y las emociones negativas se acumulen y trata de mantener un equilibrio entre tus responsabilidades diarias y las cosas que te gustan.
Rodéate de personas positivas, confiables, cuida tus relaciones.
Tú estilo de vida influirá en la salud emocional que tengas.
