Autor: Dr. Óscar Pérez Méndez
Jefe del Departamento de Biología Molecular
Es bien conocido entre la población que las concentraciones altas de colesterol en la sangre representan un riesgo elevado de presentar un infarto al miocardio. Sin embargo, los términos se complican cuando se habla de “colesterol malo” y “colesterol bueno”. Con frecuencia el paciente entiende que existen dos tipos de moléculas de colesterol y que una de ellas lo pone en riesgo y la otra lo protege del infarto. La realidad es que sólo existe una molécula de colesterol (figura 1A); los términos de “colesterol bueno” y “colesterol malo” se acuñaron para explicarle a los pacientes lo que significa colesterol-HDL y colesterol-LDL, dos parámetros que se determinan en el laboratorio clínico y que sirven para evaluar el riesgo cardiovascular.
Qué significa entonces colesterol-HDL y colesterol-LDL? El colesterol es un lípido o grasa indispensable para todas las células del organismo humano. Sin este lípido las células fallarían y terminarían por morir. La mayor parte del colesterol de nuestro organismo se sintetiza en el hígado y de ahí debe ser enviado a todo el organismo a través de la sangre. Sin embargo, el colesterol es totalmente insoluble en el plasma de la sangre, lo cual representa un gran problema para ser entregado a los diferentes tejidos. Para su transporte por medio de la sangre, el colesterol debe asociarse a otros lípidos y proteínas formando unas estructuras complejas denominadas lipoproteínas. Las lipoproteínas son solubles en plasma y gracias a estas estructuras el colesterol y otros lípidos pueden ser transportados en la sangre.
Las lipoproteínas se clasifican en función de su densidad. Existen las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL, por sus siglas en inglés), las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Así, las LDL son lipoproteínas que se depositan en las arterias y producen a largo plazo una obstrucción que puede dar lugar al infarto del miocardio. En cambio, las HDL parecen proteger contra el infarto.
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